1 Marcar la ubicación de los agujeros para los tornillos, centrando los soportes en las marcas previamente medidas.
Los soportes tienen que estar nivelados y alineados.
Es importante que los extremos frontales de los soportes estén alineados entre sí. Un error en la alineación impediría que el cabezal quede clipado, corriendo el riesgo de que la cortina se caiga inesperadamente.
Los soportes tienen que apoyar completamente sobre la superficie de montaje.
No montar los soportes sobre superficies curvas.

2 Centrar la cortina sobre la apertura de la ventana a la altura deseada. Usar lápiz para marcar suavemente los extremos del cabezal en la zona donde se va a montar la cortina.
Alternativamente, medir el largo del cabezal y usar esa medida para marcar los puntos de los extremos sobre la apertura de la ventana. Hacer una marca a una distancia mínima de 55-70 mm hacia adentro respecto de cada uno de los puntos previamente marcados.
Si hay más de 2 clips de instalación, estos deben distribuirse equitativamente entre los 2 clips laterales.

3 Colocar la cortina en los soportes de montaje.
Presionar la parte posterior del cabezal contra el soporte hasta insertarlo con un click.

4 Al finalizar la instalación es importante que el instalador se asegure que los paños anterior y posterior de la cortina se mantengan alineados para que al momento de enrollar y desenrollar la cortina la tela NO ROCE con un lateral.
Un mínimo desplazamiento entre paños puede provocar el rozamiento y que la tela se dañe o deshilache.
Para acomodar los paños, tire suavemente del paño posterior hasta que el enrollamiento sea parejo.